Agdz- Zagora - M'Hamid

Salimos temprano para hacer el valle del Draa, que es muy conocido por sus palmerales infinitos, kasbahs impresionantes y dulces dátiles. Nada más salir (hoy es jueves) hay mercado. Mercado típicamente marroquí con mucha fruta y legumbres por vender incluyendo también ganado.
Seguimos la carretera hasta Zagora haciendo multitud de paradas para hacer fotos, meternos en los pequeños pueblecitos de barro y ver a la gente como vive su día a día.
Zagora apodada la "puerta del desierto" es donde los saadies descendientes del profeta originarios de Arabia se lanzaron a la conquista del Sus, llegando a Tombuctú. La cima del Yebel Zagora, situado 5 km más al sur ofrece un bello panorama del valle del Draa. En sus laderas subsisten las ruinas de un recinto fortificado.  
En Zagora nos encontramos con unos franceses que nos animan a hacer una pista que nos acortará el camino, o nos lo alargará para siempre...jejejeje.
Pasamos por Tamegrut, esta ciudad rodeada por un palmeral compuesta por varias mezquitas de tejados de azulejo azul y de minaretes blancos, esconde detrás de su impresionante muralla almenada una de las más importantes zauías (cofradías) del Sahara marroquí. La madrasa  posee una prestigiosa biblioteca donde se pueden admirar soberbios coranes iluminados, así como obras de historia y de medicina las más antiguas de las cuales datan del siglo XII. Nosotros no la encontramos, y nos dicen que está en obras. 
Llegamos a M'Hamid donde nos alojamos en el Kasbah Sahara services hotel (180 DH por persona con cena y desayuno) que es una cutrería a precio elevado pero es que apenas hay posibilidades en esta aldea, o no las sabemos encontrar.  El  dueño es un negociante que se niega a darnos calefacción aunque tiene habitaciones libres con ella para ahorrársela. Os recomendamos evitarlo.
Hay un hotel de lujo de una catalana llamado Tabarkat donde se alojan montones de catalanes, que la doble vale 117 euros precio muy alto incluso en Europa.
El palmeral de M'Hamid el-Ghuzlan (el llano de las gacelas), una de las primeras puertas del desierto. El suq, que se celebra los lunes, es a veces frecuentado por los camelleros del Sahara de la tribu de los reguibat, más conocidos como hombres azules del desierto. Más allá del palmeral, comienza la Hamada del Draa, una inmensa meseta calcárea desértica. Los ancianos cuentan, sin embargo, que hace mucho tiempo el Draa estaba habitado por grandes reptiles, probablemente varanos.