Novi Sad - Timisoara

A la mañana siguiente pensamos en visitar los monasterios que hay en el parque nacional al sur de Novi Sad, pero a las 8 está cayendo el diluvio universal. A pesar de todo nos encaminamos hacia el parque a ver si amaina, pasando primero por la fortaleza que es espectacular. Fue construida por Vauban un ingeniero francés y era inexpugnable, de hecho, los reyes de Austria cuando Napoleón se acercó demasiado a Austria cogieron el tesoro y lo llevaron a esta fortaleza. Hoy lunes está cerrado el museo pero es igual con la lluvia torrencial que hay no hubiéramos podido visitarlo con tranquilidad. Otra curiosidad es que la torre tiene las agujas del reloj al contrario de todos, ya que la grande es la de las horas y lo hacían para que los barcos pudieran verlo a lo lejos.
Parece mentira que hace solo 12 años los aviones de la ONU estuvieron bombardeando esta bonita ciudad, que destruyeran los 4 puentes de la ciudad y durante más de 70 días estuvieron sin agua, luz y totalmente aislados, recibiendo bombardeos continuos del ejercito de la ONU. Ahora ya han reconstruido los puentes y están haciendo esfuerzos en reparar todo lo dañado, aunque saliendo del centro, se nota mucho por hacer todavía y los destrozos de la guerra son notables.
Hay un poco de atasco porque hemos de compartir un puente con el tren y se da paso alternativo, pero al final llegamos al Parque Nacional. Ya no llueve tanto pero hay una niebla que no se ve a más de 5 metros. La oficina de información del parque está cerrada y como está vista que los hados no nos son propicios, decidimos dejar para mejor ocasión esta visita del parque y de los 16 monasterios que hay alrededor y que con buen tiempo debe estar muy bien su visita.

Decidimos irnos ya hacia Rumania, exactamente a Timisoara donde hemos reservado un hotel que está a unos 120 km. El paso de la frontera no es problemático, excepto porque nos pasamos del control de aduanas (cosa normal si no hay nada que lo indique). El aduanero con malas maneras nos dice que nos teníamos que haber parado 2 metros antes!!!!! que gran pecado!!!! pero estamos en una frontera y pedimos mil excusas a lo cual nos dice que la próxima vez (¿Que próxima?????) lo hagamos mejor. La entrada en Rumania es más tranquila, les hace mucha gracia que seamos de Barcelona, como siempre y en un momento pasamos no sin antes preguntarnos si llevamos algo ilegal... Nos hacen abrir el maletero y nos preguntan si llevamos alcohol a lo cual decimos que evidentemente no. El problema es que si hemos comprado en Montenegro un aguardiente que debe tener 80 grados por lo menos, pero no lo ve.

RUMANIA

Rumanía por donde nosotros entramos es muy rural, con gente trabajando en el campo o con las gallinas. Lo curioso es que los pueblos tienen cigüeñas muy cercanas en los palos de la luz.
Llegamos a Timisoara sin novedad y el GPS tiene bastantes carreteras lo cual es una novedad ya que en Montenegro o Serbia tenía muy pocas y hemos tenido que comprar mapas de carreteras para aclararnos.
El hotel está donde decía el GPS. Se llama Hotel Arizona y lo hemos reservado el día anterior con Booking por 23 € la doble. Está muy bien, todo limpio y bastante espacioso con  balcón y todo. Eso sí, se tiene que venir con coche porque está muy mal comunicado con transporte público.
Después ya con un mapa de la ciudad nos acercamos al centro de la ciudad. Es muy bonita con muchos parques y mucho sitio para aparcar, lo cual está genial después de los problemas que hemos tenido los últimos días para dejar el coche.

Vamos a la oficina de turismo y con un folleto tenemos lo más importante de la ciudad. También nos enteramos que hay una hora más que en España. Ya nos preguntábamos donde cambiaba porque hasta ahora era la misma.

Para aparcar, se paga hasta las 5 de la tarde, y son muy modernos ya que se paga con SMS, pero nos comenta que solo con teléfonos  móviles rumanos, con lo que nosotros en ese caso tenemos que comprar un ticket en los kioskos y poner el día y la hora que lo utilizamos. Como ya son más de las 5 no nos afecta.

Teníamos una imagen bastante distorsionada de los rumanos ya que los que nos llegan a nosotros son la mayoría de la raza gitana y muy pobres con lo que nos dan un poco de rechazo. La sorpresa ha sido que aquí hay gente muy diferente, con aspecto nórdico, rubios y rubias espectaculares y de todo tipo de personas.

Esta ciudad nos gusta bastante, ya que como decimos tiene muchos parques, zonas peatonales, y unos edificios señoriales, los cuales algunos están recién pintados y otros les hace falta mucha pero que mucha pintura. A pesar de todo se ve que ha tenido tiempos muy buenos.