Tafraout-Tiznit-Agadir-Essaouira

Día de traslado a nuestro próximo destino Essaouira donde queremos pasar dos noches. Igualmente aprovechamos para parar en Tifnit que tiene una mezquita con palos parecida a las de Mali, (eso según la guía) pero al parecer el que ha escrito la guía no ha estado en ese país. Paramos en el bazar y buscamos la gran mezquita y la encontramos después de dar algunas vueltas. No vale la pena aunque si confraternizamos y hacemos broma con algunos estudiantes de la madrasa.Tiene 6 km de murallas de tierra rojiza que le dan un aspecto antiguo aunque son bastante modernas
Después vamos a la zona de los artesanos de la plata que son muy famosos en esta ciudad pero no compramos mucho pues los precios son elevados. Su especialidad es conjuntar la plata con el ébano.Los tradicionales collares fabricados en los oasis del sur del país resultan especialmente hermosos, sobre todo por sus exquisitos talismanes de plata, coral rosa, amazonita, ámbar, cristal checo y cuentas de ébano del occidente africano. El metal empleado es siempre la plata, el oro suele ser ignorado ya que se le atribuyen connotaciones perversas. Estas joyas no son simples adornos,sino que sirven para identificar el clan, simbolizan la riqueza del que lo posee, reflejan tradiciones culturales y actuan como fuente de poderes religiosos y sobrenaturales para su portador. Una mujer recibirá joyas de su madre antes de casarse. Su futuro marido encargará a su madre o hermana qyue fabriquen sus propias piezas y la esposa las guardará como dote, que deberá incrementarse a lo largo de su vida. Las gargantillas son importantes, pero la esposa tendrá también brazaletes, fíbulas, ajorcas para los tobillos, pendientes y tocados. Algunas joyas se llevan a diario, mientras que otras se guardan para fiestas, funerales o peregrinaciones. Se cree que cada material tiene unas propiedades por ejemplo la plata cura el reuma, el coral representa la fertilidad y tiene poderes curativos, el ámbar es signo de riqueza y protege de cualquier clase de brujería, la cornalina sirve para adivinar el porvenir y las conchas simbolizan la fertilidad.
Pasamos por Agadir y tenemos "la suerte" de que el rey Mohammed VI está en uno de sus dos palacios que tiene en esa población, y hay gente en las calles esperandolo y mucha policía. Ni paramos en Agadir pero podemos observar que hay montones de turistas y autocaravanas de jubilados europeos disfrutando de un clima privilegiado. Vemos un camping  en el que hay centenares de caravanas.
Llegamos a Essaouira (significa lugar fortificado) y nos alojamos en el hotel Sahara que tiene la habitación doble muy correcta a 250 DH. Está cerca de una puerta de las murallas. No dejan entrar en coche dentro de las Murallas por lo que hay un servicio por 20 DH de unos carros que te llevan los equipajes hasta el hotel. El coche lo aparcamos fuera.
Essaouira es un paraiso de tiendas de recuerdos, especias y cerámica. Hay montones de turistas en las calles deambulando creando un ambiente muy agradable y tranquilo. Aparte de esto nos gusta mucho al ver que hay enormes gatos que viven apaciblemente y que están muy bien alimentados, sobretodo los que viven cerca de la lonja del pescado.
La antigua Mogador, azul y blanca, tiene galerias de arte dentro de sus murallas y cada noche acoge un taller de artesanos. El puerto se anima en las primeras horas del día, y por la tarde, en las callejuelas del zoco, a ambos lados de la avenida Mohamed Zerktouni se encuentran músicos, curanderos y narradores de cuentos. La ciudad se levanta casi sobre una isla, barrida incesantemente por los vientos alisios. Su clima templado durante todo el año fue apreciado desde la antiguedad por los navegantes que hacían escala en la costa marroquí. Se hizo ya famosa en el Siglo I por la fabricación de púrpura .Para poblar la ciudad, el sultan en el siglo XVIII, ordenó a los cónsules europeos establecidos en Salé y en Agadir a instalarse en esta ciudad. Igualmente hizo venir a las familias más ricas del reino: los tujjar el- sultan (negociantes del rey). Los judios fueron durante mucho tiempo muy numerosos en Essaouira. Cuenta la leyenda que muchos sultanes habrían sido seducidos por la belleza y la inteligencia de las mujeres de esta ciudad.
El puerto de Essaouira, que fue dispuesto al pie de las murallas de la ciudad, está situado al extremo de una larga playa de arena fina. Ofrece un espectaculo permanente con su exuberancia de colores, los barcos y las redes amontonados sobre los muelles. Allí se construyen numerosas embarcaciones pequeñas.