La semana blanca ha llegado y, en breve será un recuerdo de uno de los tantos experimentos que han hecho los mandamases de la política educativa de este país, que no ha tenido éxito. Pero aquí la tenemos, y vamos a disfrutarla, ya que los querídisimos y amabilísimos controladores aéreos no nos dejaron que viésemos Lisboa, espero que mañana no haya sorpresas y podamos llegar a Berlín.
Esperamos mucho de la visita de esta gran ciudad. Todo el Mundo nos ha hablado muy bien, de la amabilidad y abierta que es su gente, de sus fantásticos museos y de la rica historia que destilan sus calles. Esperamos, además, de disfrutar de su gastronomia de carne de cerdo, y de su famosa cerveza.
Ahí vamos...