DUBROVNIK - KOTOR - BUDVA - CETINGE

Playa de Budva con música tecno
Salimos de Croacia y en el control de pasaportes es rápido, solo se miran los pasaportes y nos hacen pasar. En la entrada a Montenegro tardamos un poco más porque primero te cogen los pasaportes te los sellan, pidiéndote la carta verde y luego pasas por aduanas, donde te preguntan si llevas algo que declarar (supongo que me decía esto porque no hablaba inglés) y le he dicho que no, con lo cual nos ha dicho que pasemos. También un sujeto eso sí identificado nos dice que tenemos que comprar una pegatina de 10 € que es una ecotasa..., nos quedan muchas dudas si es legal pero en ese momento decidimos comprarla. Recomendamos consultar a la embajada o consulado si es correcto.
Pasamos por Herceg Novi muy cercana a la frontera y que las guías dicen que es un paraiso para los artistas pues hay vistas muy evocadoras. Tiene una ciudadela veneciana, el Forte Mare o la fortaleza española. También hay la torre de la Sangre llamada así porque los prisioneros turcos escribían con su sangre en las paredes y todavía se puede ver.
El Stari Grad o centro histórico hay iglesias, un jardín botánico, museos etc. No podemos opinar de nada porque había tantos coches que todos los parkings estaban ocupados y nos tenemos que ir porque no sabemos que hacer con el coche.
Hacemos toda la vuelta a la bahía porque tenemos entendido por otros relatos viajeros que vale la pena. Nos encanta, pero la carretera tiene miga, pues va al ladito del mar y es muy estrecha. En Kamenari hay un ferry que te evita unos cuantos km pero no lo cogemos. Llegamos a Kotor y otra vez no se cuantas vueltas hasta que encontramos aparcamiento, es una pesadilla.
Es capital municipal e histórica localidad ubicada en el fiordo más meridional de Europa. Tanto la bahía como el centro histórico están considerados patrimonio de la humanidad.
Las murallas de Kotor tienen en el lado del mar 4,5 km de longitud y 20 metros de altura, con anchuras que van de los 2 a los 15 metros!!!. El conjunto que da al mar es de forma triangular y forman la fortaleza de San Juan, que se visita previo pago y con ganas para subir los 1350 peldaños y 1200 metros de longitud que quita el resuello. Las vistas serán magníficas pero con el sol que pega lo dejamos para mejor ocasión. Como era de esperar está lleno de iglesias, pero remarcamos en la plaza de San Lucas una fechada en 1195 y con trazas románico-bizantinas; conserva algunos restos de frescos medievales y un bellisimo iconostasio en la capilla en la capilla de San Spiridion. Hay bastantes turistas pero sin llegar a la exageración de Dubrovnik. Curiosamente vemos aquí a un grupo de chinos que vimos el día anterior en la ciudad de Dubrovnik. No hay muchos chinos pero se empiezan a ver grupitos. Después de callejear un rato, seguimos por la bahía dirección a Budva, pasamos por pequeños pueblos y la carreterita es tan estrecha que te da la sensación que caerás en cualquier momento al mar. Cuando pasa un coche por el otro sentido te tienes que parar la mayoría de veces e incluso si es un autobús, como nos pasa, nos tenemos que ir a buscar una calle y dejarle toda la calzada al más grande. 
Pasamos por Tivat que tiene de interesante un jardín botánico que fue creado a instancias de un almirante austriaco que mandó plantar todo tipo de plantas exóticas en torno al astillero. Al sur hay una serie de islas como Prevlaka o la isla de las Flores que está unida a tierra firme por un puente. Es pequeña de forma oval y conserva los restos del histórico monasterio de San Miguel Arcangel. Trás la guerra 1991-1995, sus albergues recibieron población serbia procedente de Croacia.
Vamos pasando por pueblitos donde hay un trozo de cemento donde aprovecha la gente para tumbarse y tomar el sol, pero que según nuestros estándares playeros no vale nada y sin sombrilla es una insolación segura. Además tienes que ir con zapatillas de goma o te destrozas los pies con las rocas. Eso sí, el agua es transparente y muy azul.
Llegamos a Butva y es decepcionante ,  es como Lloret de Mar, Salou o Calella (con todos mis respetos por estas poblaciones) llenos de adolescentes con ganas de marcha, y que tiene un pequeño casco histórico pero que casi no se puede apreciar porque en estos paises las plazas se las apropian los restaurantes o bares y es muy difícil con las sombrillas ver incluso los edificios históricos que contienen.
La ciudad vieja está unida a tierra firme por un banco de arena y cercada por murallas que datan del siglo XV. Le afectó un terremoto en 1979 y ahora está completamente restaurada, llena de tiendas, restaurantes y bares de moda. La ciudadela adosada a la muralla es de pago y fue construida en el siglo XIX durante la dominación austriaca.
Todos los restaurante tienen música máquina a toda potencia y para acercarte a la playa has de ir obligatoriamente y consumir a uno de ellos, ya que hay tumbonas que te cobran una cantidad al día para ocuparlas y no hay sitio para que pongas una tuya o la toalla. Los párkings cuestan 1 € la hora y si te pones cerca de algún chiringuito tienes conexión a Internet gratis.
Cuando ya estamos cansados y horror volvemos a ver a los chinos!!!! cogemos el coche y nos vamos hacia Cetinge donde la carretera sube mucho y vemos la fortaleza austriaca de Kosmat, a la que sigue el paso de Seostik a 876 metros de altura.

Llegamos a Cetinge y encontramos una sobe por 40 € muy nueva y céntrica.En la primera que hemos parado un chico muy amable me ha dicho que él no tenía, pero me ha acompañado a otra que si tenía libres. Aparte, y muy importante, como hablaba inglés le ha explicado a nuestro casero lo que queríamos, de donde eramos etc. La habitación es muy nueva y cómoda. Está en el centro, en la calle Ivanbegova número 22, se llama Pansion 22 Cjenovnik y lo primero que ha hecho ha sido darnos un orujo de 50 grados que es típico de Montenegro. Im - pre - sionante.

Cetinge es una pequeña ciudad que posee numerosos espacios verdes dedicados a las actividades deportivas y el paseo por sus calles resulta muy relajante. El contraste ha sido brutal ya que, desesperados de la masificación de Kotor o Budva el centro peatonal  de Cetinge con los lugareños viendo y dejándose ver, con los niños, gente joven tomando un cafe (chicos con chicos y chicas con chicas, no mezclados) etc, nos encanta. Visitamos el Monasterio de San Pedro de Cetinge que fue levantado a comienzos del siglo XVIII por el vladika Danilo, destruido posteriormente por los turcos y remodelado a partir de 1785. Conserva la mano derecha de san Juan Bautista!!!!!! y los restos del vladika y a la vez santo Pedro I Petrovic. Cuando llegamos hay un pequeña ceremonia con unos monjes de largas barbas, que nos permite vislumbrar un poco los ritos ortodoxos de los cuales somos bastante profanos.
La iglesia de Vlaska levantada hacia 1450 en honor a la Virgen, destaca por su cerca levantada empleando 1544 fusiles capturados al enemigo otomano en la batalla de Grahovo.
otros puntos de interés son los edificios de las embajadas de los cuales se pueden destacar la austro-hungara, la rusa, la francesa, la turca, la británica o la búlgara.
Después de una cervecita viendo pasar la vida, nos vamos a seguir sufriendo .... a cenar en una Pizzeria al lado del hotel, donde nos tratan muy bien. Hemos hecho 169 km.