
Se fundó en 1881 como estación del ferrocarril para las minas de las cercanas San Juan Mountains, cuando la minería cayó en declive, se convirtió en un gran centro turístico y es un símbolo cultural del Oeste, ya que conserva salones y hoteles de finales del XIX a lo largo de Main Avenue y mansiones del mismo periodo en Third Street. Sin embargo los mineros han sido sustituidos por ciclistas de montaña y artistas. Es la meca de la bicicleta de montaña, hay decenas de senderos para hacer según la dificultad y cuenta con muchos establecimientos donde las alquilan. También hay mucha costumbre de hacer rafting, ayer en el río Arkansas vimos un montón de gente divirtiéndose en las aguas tumultuosas del río.
La ciudad cuenta con casas típicas del Oeste, incluso hay un bar donde las camareras van vestidas con una pluma en la cabeza, tipo can can. También es reconocida por sus fabricas de cerveza artesanales que se pueden degustar por la tarde con los parroquianos. Nosotros seguimos sin ver osos pero en esta zona se han denunciado 66 encuentros con osos. Hay uno en especial que entró en el garaje de una casa y abrió el congelador para robar comida.
Desde aquí ya vamos directamente a Mesa Verde NP. El centro de visitantes está a unas 17 millas de la entrada. A la entrada donde enseñamos el pase anual nos dan el mapa y las instrucciones que hay que seguir para no tener problemas con los osos. Básicamente es no dejar comida a su alcance, incluso saben abrir coches por un simple bocadillo que han olido a distancia.

Nosotros nos decidimos por visitar la Cliff Palace. Son visitas guiadas y en la nuestra hay 60 personas y la guía. Estos americanos son muy conscientes y concienzudos ya que en el folleto te dice exactamente que te vas a encontrar, la dificultad y el tiempo que se tardará en la visita. Se va parando por varios sitios, a poder ser a la sombra porque hace un sol de justicia y va explicando, porque se cree que se asentaron allí, los tipos de casa, etc. Hay que ir bien calzado y con mucha agua porque la deshidratación es constante.
Se puede ver un museo muy completo donde hay maquetas y explicaciones de la forma de vida, hallazgos como una vasija que estaba llena de maíz, y se encontró después de 700 años y seguía intacto.
Cuando nos cansamos de ver tantos vestigios vamos a Cortez que es donde tenemos la reserva del hotel , y ¡sorpresa!, no les consta en su ordenador nuestra reserva, menos mal que en el portátil tenemos el correo que mandan con la confirmación y nos alojan en otro que está mejor. Nos cuesta 84,10 $.
Hemos hecho 164 millas.