PN LAGOS DE PLITVICE - ZADAR - SKRADIN - TRIBUNJ - SIBENIK - SKRADIN


Desde el parque vamos a Zadar (antiguamente Zara).Ha sufrido varias reconstrucciones pero aún conserva el aspecto de las antiguas ciudadelas mediterráneas. Las marmóreas calles peatonales están llenas de ruinas romanas, iglesias medievales y varios museos. El lado de la montaña de la ciudad está protegido por enormes fortificaciones del siglo XVI, cuyas altas murallas discurren paralelas al puerto.
Tiene 4 viejas puertas de la ciudad, en la del puerto construida en 1573 se conserva el león veneciano, simbolo de la ciudad italiana. Esta puerta conserva parte de un arco de triunfo romano y contiene una inscripción de la batalla de Lepanto. Retrocediendo se llega a la plaza de los cinco pozos, llamada así porque hay 5 pozos que abastecian de agua a la ciudad hasta 1838.
Se puede visitar la iglesia de San Donato  de construcción circular y uno de los monumentos más extraordinarios de Dalmacia. La iglesia se erigio sobre el foro romano y aún se observan algunos fragmentos, dentro de la iglesia hay dos columnas enteras. Fuera de la iglesia se observa una columna de la época romana que se usó como poste de castigo en la Edad Media, donde se encadenaba y se humillaba publicamente a los malhechores. Cuesta 10 kunas la entrada.
Nos alojamos en una casa particular en una aldea poco antes de llegar a Skradin que nos cuesta 200 kunas.
Solucionado el tema alojamiento y después de la siesta vamos a Tribunj que es una pequeña península que afirma tener la flota pesquera más grande de Dalmacia Central. Es muy tranquilo con los pescadores remendando sus redes, las familias terminando de comer con sus cafés y los niños jugando. Hay algunos yates impresionantes.
Seguimos camino a Sibenik que es una ciudad fundada por los croatas pero pronto fue atacada por los venecianos que la conquistaron.
La joya de esta ciudad es la catedral de Santiago, con su característico friso de 71 rostros que decoran los muros exteriores de los ábsides. Sus expresiones de sosiego, enfado, orgullo o temor transmiten la atemporalidad de la emoción humana a través de los siglos. Dentro se puede destacar la cripta del obispo Sizigoric con una decoración muy depurada. Se tiene que pagar 10 kunas por la entrada y te dan una postal en blanco y negro
de la catedral.
Hay más iglesias pero nosotros ya tenemos bastante y nos sentamos un rato a disfrutar de las vistas de otro turistas que la mayoría están tostados y rojos por exponerse al sol en demasía.

Al norte de este pueblo vivían los Valacos o Marlacos. Tenían la piel más oscura que sus vecinos y su nombre venía del latín ya que Maurus significa negro. Preferían vivir a su manera y no se relacionaban con los vecinos austriacos o italianos. Como pueblo nómada se sentían más cómodos con su ganado con el cual dormían y odiaban comer ancas de rana que era la exquisitez más grande para italianos y austriacos. Creían firmemente en hadas y brujas, además solían descuartizar el cuerpo sin vida de aquellos que eran sospechosos de vampirismo. Las bodas eran cuanto menos peculiares ya que el día de la boda los padres de la novia le enumeraban al novio todos los defectos de ésta. El marido respondía como es natural dandole una paliza. Tras las nupcias, el marido dormía en la cama y la novia se acurrucaba en el suelo. Cuando iba a confesarse, el sacerdote la absolvía tras azotarle con una porra. Maravilloso!!!!. Aunque tenían una cosa buena ya que permitían a las que no querían pasar por todo eso, casarse entre ellas en una ceremonia donde eran declaradass posestre (hermanastras).Aparte de todo lo anterior eran muy apreciados para mantener a los turcos a raya con lo que los austriacos pedían a los nobles que los liberaran de la servidumbre para que pudiesen ir al ejercito. Los nobles se resistían para que no les entraran ideas raras a sus siervos. Hasta mediados del siglo XIX se mantuvo el problema que es cuando el feudalismo empezó a desaparecer.
De vuelta a Skradin que es un pueblo tranquilo para pasear y que es una de las entradas al parque Krka paseamos por el muelle donde hay un velero de New Zealand, vaya excursión que ha hecho!!!. El agua es mitad salada y mitad dulce ya que el estuario no está lejos. Las casitas recuerdan a Italia.Tiene su iglesia  con un altar de mosaico hecho con placas de exvoto de plata que representan diferentes partes del cuerpo y cuya función consistía en procurar protección contra las enfermedades.
Nuestra pensión es una casa de campo que tiene viñas y la señora nos ofrece una jarra de vino de su cosecha que nos la bebemos para que no diga, pero que está malísimo según Antonio, que es el que entiende de vinos. Podemos cocinar ya que tiene cocina y nos hacemos nuestra cenita casera.
Hemos hecho 287 km.